Para situar su ponencia, Antonio Fernández
hizo una descripción del actual contexto al que nuestros alumnos se tendrán que
enfrentar en unos días. Pese a lo difícil de la situación inicialmente
planteada expuso los motivos por los cuales los estudiantes de la Familia
Profesional de Comunicación, Imagen y Sonido no debían retraerse en sus
iniciativas. Las fortalezas que actualmente Antonio Fernández encuentra para
emprender en esta especialidad son:
- Dada la situación de nuestras administraciones públicas el dinero
que fluía en dirección hacia el mundo audiovisual en calidad de
subvenciones, ayudas, promoción de la cultura, se ve fuertemente reducido,
por lo cual financiación de las empresas que ya están en el mercado
audiovisual se ve negativamente afectada y nuestros futuros emprendedores salen
al mercado sin ese condicionante, abocados a buscar financiación en nuevos
lugares y eso les hace más fuertes y astutos.
- El componente artístico de la formación de los estudiantes de este
sector y su talento. Este será su factor diferenciador. Esa diferencia
vale dinero y es poco imitable, con lo cual añade otra ventaja competitiva
para estos emprendedores. El talento y el arte, no se puede copiar por los
chinos, ni fabricar por los alemanes.
- Profesión vocacional. La vocación añade un plus de fuerza contra
las adversidades suponiendo un criterio y prioridad invalorable a la hora
de hacer frente a las dificultades que se van a encontrar.
Por tanto estas dos últimas ventajas aseguran
un hueco en el mercado.
Tras esta descripción de las amenazas y
fortalezas Antonio Fernández pasó a dar las claves para emprender con un
mínimo de éxito. Dando los siguientes consejos:
Inventar es muy difícil, más fácil es copiar.
Pero ¿Qué copio? Se deben copiar los
modelos de negocio exitosos. Pero además se debe copiar, algo realizable, algo
que te guste y por supuesto algo que funcione. Pero la primera pregunta que nos
hacemos a este respecto es ¿Dónde lo
busco? La respuesta de Antonio Fernández es: fuera. “Coge las maletas”
y descubre lo que funciona fuera para importar la idea, mejorada o adaptada. Y
mejor todavía si es un modelo de negocio que dependa exclusivamente de uno
mismo.
Otra clave que Antonio Fernández da es la
respuesta a: ¿Quiénes son los clientes
del negocio que voy a copiar? En este caso es más interesante a juicio del
ponente buscar quién es el no cliente de ese modelo de negocio que el
cliente que ya lo es. Saber por qué los no clientes no usan el servicio o no
compran el producto. Para ilustrar el concepto
del no cliente expuso el ejemplo de lo sucedido en EEUU con los gimnasios
para mujeres “Curvas” donde tras estudiar el mercado y saber por que las
mujeres no acudían a los gimnasios crea una línea de gimnasios donde se
prescinde de lo que no les atrae y se organiza en función de sus necesidades. Y
aquí recuerda el peso que debe tener la evolución en el negocio.
Una vez decidido lo que voy a hacer hay que
decidir: ¿Con quién? Respuesta, con socios complementarios, con las
capacidades y habilidades que no tengo y que son necesarias para el desarrollo
del negocio. Nunca amigos. Emprender rompe amistades pero crea grandes lazos
afectivos cuando emprendes con desconocidos o simplemente conocidos.
Pero, ¿y el reparto de los beneficios? ¿El
control de la sociedad? El porcentaje de posesión de la compañía no debe estar
relacionado con la capacidad de decisión. Es decir las empresas no son
democracias, la prioridad de decisión será para el que más sepa, el más
especializado en la materia que condiciona la decisión. En este punto aclaró el
concepto de “la bola negra”, la bola negra será algún socio con la
capacidad de impedir una decisión cuando esta pueda ser muy negativa o negativa
a su juicio, pues es el especialista en la materia, es como tener el veto en las decisiones. Es un
veto para el no hacer.
Buscar financiación. ¿Cómo? Sea, como sea la financiación solo llegará cuando ofrezcamos a los
inversores negocios con un éxito contrastado, de ahí la importancia de nuevo de
copiar ideas que funcionan y de tener “clientes”, antes incluso de poner en
marcha la idea.
Por último como consejo final recalcó la
necesidad de diferenciar dos figuras claves en todo proyecto emprendedor, el líder
y el manager. Alguien tiene que liderar el negocio y alguien tiene que dirigirlo
y no siempre ambas figuras recaen en la misma persona. Las capacidades para las
dos funciones son distintas.
via: Roberto Alonso (@folero)
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